Hacia el lenguaje ciudadano en la impartición de justicia

Hacia el lenguaje ciudadano en la impartición de justicia.

2021-03-25

 

Por Regina Resendiz – DLM

 

“La justicia no es solamente aquella que se fundamenta en las leyes y en la Constitución sino aquella que es comprendida por sus verdaderos destinatarios”-       Carlos Núñez, profesor de la Escuela Judicial de Costa Rica.

 

El 3 de febrero se publicó la noticia de que el amparo promovido por el colectivo #LoJustoEsQueSepas había sido otorgado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, lo que significa que las y los jueces están obligados a publicar todas las sentencias que emitan.[1] Celebré este paso hacia la justicia abierta compartiendo la nota con mis amigas (no interesadas en la política), explicando que este era un parteaguas en México y un logro para la ciudadanía, sólo para recibir un:

 

“Todo muy cool pero… ¿qué es un amparo?”

 

Entonces lo entendí, las sentencias podrán ser públicas, pero no son para toda la población. ¿De qué sirve la justicia si sólo pocos pueden entenderla?

 

En un país donde el proceso para la impartición de justicia es lento y complicado[2], la jerga jurídica, los latinajos y las palabras arcaicas que se utilizan en las sentencias,  se vuelven otro obstáculo a superar en el camino hacia el acceso a la justicia y la transparencia. 

 

Para los no abogados, como la que aquí escribe, noticias como el caso de Lozoya, la exoneración del general Cienfuegos, la consulta para enjuiciar a ex-presidentes y más, requieren de la explicación de una persona especializada en la materia. 

 

Necesitamos traductores. 

 

Quizás por esas razones se ha hecho tan popular seguir en redes a cuentas que explican de manera simplificada los casos mediáticos. Pero ¿y los casos que no son mediáticos? 

 

Alrededor del mundo se ha dado un movimiento que busca acercar la justicia a la población general: el lenguaje ciudadanolenguaje democrático o lenguaje claro. Este busca acercar la justicia a toda la población, sobre todo a aquellas personas que se encuentran en situación de vulnerabilidad. Su objetivo es utilizar un lenguaje entendible, con un mínimo de jerga jurídica y usando solamente las palabras imprescindibles para una plena expresión de ideas[3].

 

El concepto no está peleado con que las personas que practican derecho utilicen el lenguaje judicial en sus publicaciones o al hablar con sus compañeros de trabajo. La intención es que se amplíe el acceso a la información y se fortalezca el sistema de justicia.[4]

 

Su uso incluso ayuda a que se enriquezca el lenguaje, pues pide que en el caso de utilizar un tecnicismo se agregue una explicación breve, propiciando que la ciudadanía comprenda nuevas palabras. 

Veámoslo de la siguiente manera. Cuando uno va a una consulta médica no espera que se le hable sobre equimosis o neutrófilos, sino que se le explique en una manera breve y entendible la causa y el remedio de su enfermedad. ¿Por qué no puede ser así con las leyes y la justicia? Explicar de manera sencilla un tecnicismo no atenta contra el profesionalismo de los médicos, así como tampoco atentaría contra la seriedad de la constitución o el conocimiento de los abogados. 

 

Además de permitir el acceso a la información, el lenguaje claro optimiza los plazos y costos para la ciudadanía. También es una herramienta que fortalece la confianza entre los ciudadanos y el sistema de justicia[5]. Cuando se acude con un mecánico y no se entiende el proceso por el que pasó su auto, se tiende a desconfiar del mecánico. Lo mismo sucede con una persona que acude con un abogado y no entiende sus derechos ni la manera en la que se le está defendiendo. 

 

A pesar de que se han presentado varias iniciativas en el tema, en nuestro país aún no existe una ley que establezca el uso del lenguaje claro para la administración pública ni para el sistema de justicia. Hace falta reformar el párrafo segundo del artículo 17 constitucional para que se incorpore la obligación de que los tribunales emitan sentencias comprensibles para todas las personas.[6]

 

Aún hay un largo camino que recorrer para que la verdadera justicia sea accesible para todos los mexicanos y no solo para los profesionales del derecho.  

 

 

[1]https://equis.org.mx/suprema-corte-otorga-amparo-a-sociedad-civil-en-favor-de-la-transparencia-judicial/

[2] https://www.mexicosocial.org/el-dificil-acceso-a-la-justicia-2/

[3] Centro de Ética Judicial: https://www.youtube.com/watch?v=iiunZa_wFzk

[4] Tribunal Electoral del Estado de Michoacán: https://www.youtube.com/watch?v=k8ne38ofdrI

[5] Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México: https://www.youtube.com/watch?v=hj3WOuhq3pM

[6] https://www.animalpolitico.com/lo-que-mexico-evalua/lenguaje-claro-la-proxima-revolucion-en-la-justicia/

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